La seguridad de un sitio web es clave para mantener la confianza de sus clientes, proteger la información de su empresa, sus recursos y su reputación. Malware, robo de información, minería de criptomonedas y otras amenazas son comunes, por lo que hay que preocuparse de tener un sitio web seguro.
Los sitios hackeados pueden atacar a sus clientes
Un sitio infectado con malware puede afectar a los clientes que visitan su web, obteniendo datos, redirigiendo a los usuarios a otro lugar o capturando recursos computacionales de esos usuarios, por ejemplo para minar criptomonedas.
Hay miles de diferentes tipos de malware con distintos objetivos que pueden infectar un sitio web, la mayor parte de ellos desplegado a través de herramientas automáticas de hackeo que utilizan vulnerabilidades conocidas de diversos sistemas. No tomar en consideración estas amenazas puede ser un riesgo no solo para la empresa, sino también para sus clientes y la confianza que ellos depositan en sus servicios.
La reputación de su empresa puede verse afectada
Si el sitio web de su empresa es hackeado o infectó a usuarios con malware, estos perderán confianza en su negocio, derivando en una pérdida de reputación. En sitios donde el usuario deba realizar alguna transacción de dinero o de información sensible, un error como este puede ser fatal, y recuperar la confianza después, algo muy difícil de lograr.
También se debe considerar que empresas como Google alertan a los usuarios cuando detectan que un sitio web no cuenta con medidas básicas de seguridad, como por ejemplo certificados SSL para el cifrado de la comunicación. Esto desplegará una alerta hacia el usuario respecto a que ese sitio web - y por extensión esa empresa - no es confiable.
Google además cuenta con una "lista negra" de sitios que han mostrado actividad sospechosa, para los cuales despliega una pantalla de advertencia antes de que el usuario ingrese, desincentivando su acceso.
Protegerse antes es mejor que arreglar después
Limpiar un sitio web que ha sido hackeado o infectado con malware implica revisar en detalle los archivos, debido a que el software malicioso suele estar escondido y ser difícil de remover. Además, es necesario detectar cuáles son las vulnerabilidades que permitieron la infección en primer lugar, repararlas y tomar medidas para evitar ataques futuros.
La protección contra estas amenazas debe ser una prioridad desde el principio, evitando los costos de una reparación después, y de recuperar la reputación perdida en un ataque. Si la seguridad es importante para su empresa, opte por utilizar software que tenga una sólida trayectoria de seguridad y proveedores que puedan responder a sus necesidades.