Hasta hace poco, para bloquear la publicidad que aparece en los sitios web era necesario descargar una extensión, un "ad blocker", que restringiera el despliegue de los avisos en las páginas. Pero eso está quedando en el pasado, a medida que más empresas comienzan a incluir estos sistemas de fábrica en sus navegadores o a facilitar y hasta recomendar su uso.
De acuerdo a la planificación de desarrollo del navegador Edge de Microsoft (sucesor de Internet Explorer), la próxima versión vendrá con su propio ad blocker integrado. Edge es el navegador que viene por defecto en Windows 10, utilizado actualmente por 270 millones de computadoras, de acuerdo a cifras de la compañía.
Microsoft no es el único: el año pasado, Apple comenzó a permitir que los usuarios utilizaran aplicaciones para bloquear los avisos en su navegador Safari en el iPhone, y a principios de marzo, el navegador Opera integró un bloqueador de publicidad de forma nativa en su versión de escritorio.
Impacto en la industria publicitaria
Este comportamiento afecta a los sitios que intentan obtener ingresos mediante los avisos publicitarios, que dependen de que esa publicidad se muestre. La Interactive Advertising Bureau (IAB), que representa a la industria publicitaria online, ha declarado que considera a los ad blockers "una amenaza para la industria", y lanzó una guía de recomendaciones para los medios a la hora de lidiar con esto.
La industria también realizó un mea culpa, reconociendo que la experiencia de los usuarios es afectada negativamente por la manera en que operan y se despliegan los avisos publicitarios digitales actuales. El avance de los ad blockers solo seguirá adelante, y la industria publicitaria y los medios deberán adaptarse para convencer no solo a los usuarios de admitirlos en sus navegadores, sino también a las empresas de software que están comenzando a bloquear los avisos por defecto.
